La GUIA DE RECOMENDACIONES PARA USO DE LENGUAJE NO SEXISTA EN LA UNLPAM, fue redactada por una Comision Especial creada por el Consejo Superior para tal fin, integrada por : Abg. Sofia PEREZ DUPOT , Prof. Mónica MOLINA, Prof. Melina CARABALLO y Abg. María Fernanda DIAZ por medio de la cual se establece el uso del lenguaje no sexista en la totalidad de los actos administrativos que emita la Universidad Nacional de La Pampa, en el marco de la defensa y utilización de un discurso inclusivo, libre de sexismo y androcentrismo.

Resolución de creación: 258/2020

 

 

 

Por qué es necesaria la inclusión del lenguaje no sexista?

La inclusión del lenguaje no sexista no es necesaria, es imprescindible, puesto que el sexismo lingüístico invisibiliza a las mujeres. Como bien sabemos, lo que no se nombra no existe, y un lenguaje sexista, no solo revela un menosprecio y una consideración de las mujeres como sujetas de segunda categoría, en un segundo plano, dependientes, subordinadas, propiedades de los hombres; sino que, además, y sobre todo, nos invisibiliza. En un lenguaje sexista el androcentrismo es la regla: las mujeres estamos silenciadas, invisibles, ocultas, no existimos. El silencio es total y absoluto. Por eso, es tan importante poder nombrar dónde estaban las mujeres, desde el principio de los tiempos, y dónde están ahora. No podemos hablar de los argentinos, como si no estuvieran las mujeres (argentinas). Del mismo modo que no podemos decir los profesores, los campesinos, los obreros. Es necesario nombrar a las mujeres, allí donde están: si son juezas, abogadas, arquitectas, fontaneras, electricistas o taxistas. Para ello, podemos valernos de diferentes estrategias, pero, desde luego, es imprescindible que el lenguaje no sea sexista, sino que nombre a todas las personas.
- Teresa Meana Suárez, Valencia, 2 de julio de 2020

Cómo evitamos el lenguaje sexista?

Evitamos el lenguaje sexista en el ámbito académico cuando en nuestras producciones orales y escritas adoptamos formas de denominación no discriminatorias y no excluyentes. Para ello, sugerimos reemplazar el masculino genérico, cuyo uso convencional excluye a la mujer y a identidades no binarias.

 

ALGUNOS EJEMPLOS EXTRAIDOS DE LA GUIA: